La mayoría de los funcionarios de Washington no entienden el beneficio de la cooperación ruso-estadounidense, señala Philip Giraldi, el exagente de la CIA y columnista, en un artículo para 'The American Conservative'.
Giraldi, que recientemente visitó Moscú por primera vez, recuerda que tanto los ciudadanos rusos como los periodistas del país siempre le hacían las mismas preguntas: ¿Por qué EE.UU. odia tanto a Rusia? ¿Por qué sus medios de comunicación no dicen nada bueno de este país? El analista confiesa que no logró darles una respuesta clara.
Hablando de la actitud negativa hacia Moscú, Giraldi reconoce que en los medios de comunicación, en el Gobierno y en muchos centros analíticos estadounidenses trabaja un número significativo de expertos que siempre van a considerar a Rusia un enemigo. "Además, hay otros expertos y funcionarios, más insidiosos, que necesitan una imagen de enemigo para mantener sus puestos bien pagados, los que en gran medida dependen del complejo industrial-militar", explica el periodista.
Hay unos expertos y funcionarios que necesitan una imagen de enemigo para mantener sus puestos bien pagados, los que en gran medida dependen del complejo industrial-militar
Por otra parte, el analista comenta que Rusia siempre ha sido un aliado confiable en la lucha contra el terrorismo y resultó ser un socio muy importante en Siria. Actualmente Moscú es una de las fuerzas que impulsan las negociaciones encaminadas a una solución definitiva del conflicto.
Por lo tanto, subraya Giraldi, Washington debería estar interesado en establecer cooperación con Rusia, el país que está entre sus intereses clave, y se pregunta por qué tan pocas personas en EE.UU. son conscientes de eso.
"Este año Putin ha declarado públicamente que está dispuesto a colaborar con Estados Unidos. Es una propuesta que alguien que realmente se preocupa por el destino de su país y su pueblo simplemente no puede ignorar", concluye el columnista.