El 90 % de los encuestados en un estudio realizado a 1.500 refugiados y migrantes económicos afirmó haber pagado a un grupo criminal para llegar a Europa. Este dato indica que muchas personas se enriquecen gracias a la miseria ajena.
"Sabemos que cada migrante paga entre 3.000 y 6.000 dólares a un mediador criminal para sufragar su viaje. Si realizamos cálculos sencillos, en 2015 el volumen de dinero osciló entre 3.000 y 6.000 millones de dólares: se trata de un negocio multimillonario que pronto podría superar al narcotrafico", revela el jefe de Europol, Rob Wainwright, en una entrevista con 'The Independent'.
Las redes criminales, en las que están involucradas decenas de miles de personas, se extienden desde África hasta los países nórdicos. Estos mediadores gestionan pasaportes falsos para sus clientes y les ayudan a cruzar la frontera.
"En 2015, el desarrollo de la venta de personas, sobre todo con destino a Europa, fue crucial", asegura Wainwright, quien menciona que el año pasado Europol identificó a 10.700 sospechosos de cometer delitos relacionados con esa actividad.