"Él nos dijo exactamente cómo pasó, cómo le arrestaron", comienza en exclusiva a RT Mohammed Nimr Al Nimr, hijo del prominente clérigo chiita Nimr Baqir al-Nimr, que fue ejecutado por Arabia Saudí a principios de enero.
"Estaba conduciendo y le siguieron. Fueron hasta su coche y le sacaron con tal fuerza que incluso se desabrochó el cinturón de seguridad que llevaba puesto. Entonces le dispararon desde una distancia corta 4 balas contra su pie izquierdo, a pesar de no estar armado. Eso le rompió el fémur", relata el joven, de 28 años de edad.
Le dejaron una bala aposta para que le molestara todo el tiempo
En relación a las terribles experiencias que su padre vivió antes de morir, Mohammed explica que al llevarle al hospital "no le dieron el tratamiento adecuado". "Durante tres semanas estuvo atado con seis cadenas a su cama a pesar de que no podía caminar. No le quitaron todas las balas, le dejaron una adrede para que le molestara todo el tiempo. No pudo dormir durante ese periodo", denuncia su hijo.
"Le puedo confesar que mi padre sabía que al final le iban a matar y lo dijo muchas veces. Pero también decía que la sangre es un precio barato por nuestros valores y derechos", lamenta Mohammed, que relata que toda su familia está tratando de recuperar el cuerpo del clérigo. "Queremos decirle adiós. No sabemos lo que le han hecho ni por qué lo esconden", sostiene.
Asimismo, Mohammed afirma que recuerda a su padre "como un hombre humilde que trataba a todo el mundo por igual" que siempre hacía "lo que creía que sería mejor para la gente" y asegura que el desencadenante de todo fue el hecho de que su padre defendiera los derechos humanos y la justicia de aquellos oprimidos por el Gobierno saudita. "No pueden mostrar la fuerza de su Gobierno matando a gente", sentencia.
El pasado 2 de enero Riad anunció la ejecución de 47 personas que habían sido imputadas por planificar y participar en ataques terroristas de Al-Qaeda desde 2003 a 2006, hecho que provocó que la tensión en el golfo Pérsico alcanzara un nuevo punto álgido. Entre ellos estaba un prominente clérigo chiita, el jeque Nimr Baqir al-Nimr, considerado como uno de los líderes de la Primavera Árabe y uno de los jefes principales de las revueltas de 2011 y 2012 en el país ocurridas después de la revolución tunecina.