"Me ataban para violarme": los conmovedores testimonios de esclavas sexuales del EI
Terribles testimonios revelaron las mujeres yazidíes que tuvieron la fortuna de huir de las manos de sus captores, tras varios meses de cautiverio en los que habían sido violadas, golpeadas, compradas y vendidas sin cesar, sin importar su estado o su edad. Algunas, incluso, quedaron embarazadas de sus amos, escribe el diario 'Daily Mail'.
Una de ellas es Amal, de 18 años, que escapaba junto a su familia cuando fue detenida por el Estado Islámico. De inmediato, separaron a los hombres y se llevaron a las mujeres por varias ciudades. "Vi muchos cadáveres en el camino, fue terrible", contó la joven. Sin embargo, eso no fue lo peor: "Lo más triste que recuerdo de esos terribles meses fue una chica de 12 años. La violaron sin piedad".
Diez meses duró el cautiverio al que fue sometida Rooba, de 28 años, tras haber sido capturada en agosto de 2014. Primero, fue llevada a un gran salón de ventas con otras 300 jóvenes, algunas de las cuales "tenían bebés que lloraban de hambre" porque "solo les daban un huevo por día".
La mujer fue vendida a un hombre de Arabia Saudita, quien intentó obligarla a contraer matrimonio. Ella se negó y él la amenazó con utilizar un "cuchillo, un arma y una cuerda" para matarla. Como tampoco accedió, la golpeó, al igual que a su sobrina de tres años, y la vendió como esclava.
Su nuevo dueño también quiso acostarse con ella para convertirla en una musulmana auténtica y obligarla a ser su mujer, pero Rooba lo rechazó. La situación enfureció a la primera esposa del hombre, quien descargó su ira contra Rooba y contra la niña, a la que torturó con pimienta en la boca y con golpes, cuyas señales aún están a la vista.
Embarazada y violada
Después de diez meses en manos de los terroristas, Syhan, de 30 años, logró huir. Fue una de las tantas mujeres a las que sus captores dejaron embarazadas. A su hijo, sin embargo, lo tuvo tras escapar y cruzar la frontera con Turquía. Poco después, regresó a Irak, sola, y hoy no sabe dónde está su bebé.
También brindó su testimonio al 'Daily Mail' Delvin, de 27 años, otra mujer que estuvo embarazada durante su calvario. Sin embargo, eso no impidió que los miembros del Estado Islámico la entregaran a una familia siria que la golpeaba y la obligaba a tener sexo. "Me violaron una y otra vez", lamentó. Tras ser nuevamente vendida, tuvo a su hijo y, de inmediato, volvió a ser violada.
Otra de las jóvenes que logró escapar y contar su historia fue Azhin, de 22 años, quien estuvo cautiva durante 11 meses. En ese tiempo, fue vendida a un hombre de Arabia Saudita que le pegó hasta dejarla herida e inconsciente por pedir estar con su hermana. Finalmente, lograron reencontrarse cuando ambas fueron vendidas a las mismas personas.
Su periplo continuó cuando fue entregada como un regalo. Sus nuevos dueños la obligaron a "tener relaciones sexuales hasta seis veces por noche". "Me ataban las piernas y los brazos cuando me violaban", concluyó.
"Preferían torturarnos antes que matarnos"
Por último, compartió su testimonio Jihan, de 20 años, quien recordó los momentos en los que estuvo en "terribles condiciones", en "una habitación sucia" en la que todas se enfermaron. Ya en Siria fueron vendidas como esclavas o novias de los terroristas. "Éramos 150 en una casa sin ventanas, sin aire. Hacía mucho calor. Una tarde, unos 20 hombres entraron y empezaron a pegarnos", recordó la joven, quien agregó que los atacantes les gritaban que eran "sus esclavas" y que "deberían obedecer". "Nos dijeron que nos castigarían pero no nos matarían porque preferían torturarnos", concluyó una de las tantas mujeres ultrajadas por los terroristas.