El miércoles pasado Corea del Sur realizó disparos de advertencia contra un avión no tripulado de Corea del Norte en la zona fronteriza entre ambos países. El incidente de nuevo ha despertado los rumores sobre el extenso programa norcoreano de aviones no tripulados de más de 25 años y ha creado dudas sobre la capacidad de Corea del Sur de defender su espacio aéreo.
De acuerdo con la información obtenida por las Fuerzas Armadas surcoreanas, Corea del Norte podría poseer alrededor de 300 drones, algunos de los cuales son capaces de llevar a cabo vuelos de reconocimiento así como ataques aéreos kamikazes, eliminando los objetivos de alto valor de Corea del Sur sin arriesgar la vida de sus soldados.
El experto sobre Corea del Norte, Joseph Bermúdez, señala que por ahora parece que los drones norcoreanos todavía no son capaces de transmitir imágenes en tiempo real a la base o volar largas distancias, pero sin duda podría convertirse en un problema real para EE.UU. y Corea del Sur si el Norte adquiere la tecnología necesaria para su modificación de aliados como China o Irán, informa el portal de la cadena Public Radio International (PRI).
Inicio del programa
De acuerdo con Bermúdez, Corea del Norte adquirió sus primeros vehículos aéreos no tripulados (UAV) de producción china entre 1988 y 1990. En aquel entonces el Ministerio de Defensa de Corea del Norte anunció que pretendía construir una flota de drones y a finales de 1993 el país comenzó a producir sus propios análogos del chino Xian ASN-104 UAV, inicialmente llamado 'Panghyon' ('Guardafango'). Los expertos también sospechan sobre el desarrollo de un modelo posterior basado en un dron más avanzado, el ASN-105, presumiblemente llamado 'Panghyon-2'.
En 1994 Corea del Norte tuvo acceso al dron de reconocimiento UAV del Ejército sirio Tu-143 Reys, que funciona con un motor turborreactor. Pionyang fue acusado de modificar el aparato para que fuera capaz de transportar armas nucleares o biológicas.
El mismo año, Corea del Norte compró 10 drones Pchela-1T (Abeja) del Instituto de Investigación Científica de Rusia Kulon, presuntamente exportados como el Shmel-1 (Abejorro), que tenía controles de televisión, pero era incapaz de volar por la noche. Pionyang también expresó su interés en la compra de más aviones no tripulados Pchela durante la visita de Kim Jong-il a Rusia en el 2001.
Despliegue activo
En 2005, la inteligencia de Corea del Sur accedió a un plan norcoreano detallado de acción en caso de guerra. El documento mostraba que Corea del Norte podría tomar decisiones basadas en la inteligencia de los satélites espía y vehículos aéreos no tripulados. En ese momento, Seúl reaccionó con escepticismo a la idea de que el Norte pudiera tener suficientes drones, pero admitió que podría estar trabajando en esa dirección.
El Gobierno surcoreano se enteró del uso de los UAV por parte de Pionyang solo en 2010, cuando detectó a un avión no tripulado no identificado en la frontera en el mar Amarillo. El UAV aparentemente estaba evaluando ejercicios de artillería de Corea del Norte.
En febrero del 2012, una fuente militar dijo a la agencia Yonhap que Corea del Norte estaba desarrollando un avión no tripulado sobre la base del dron de fabricación estadounidense MQM-107 Streaker. En el 2013, la televisión norcoreana mostró los nuevos drones en vuelo durante un ejercicio militar, destruyendo blancos en el aire y en tierra.
Guerra moderna
La alarma sonó en Corea del Sur en abril del 2014, tras descubrir tres mini drones UAV estrellados en su territorio, al parecer enviados desde Corea del Norte. Los vehículos no tripulados fueron programados con coordenadas GPS para tomar fotografías de instalaciones estratégicas en Corea del Sur, incluyendo la administración presidencial en Seúl. El examen de los aparatos mostró que se trataba de drones modificados de fabricación china Sky-09 y UV10.
Luego Seúl se dio cuenta de que el Norte podía realizar múltiples vuelos exitosos a su territorio con fines de espionaje sin que se notara tras ver un dron en una foto de Kim Jong-un en una base aérea en 2013.
En el 2015 drones norcoreanos fueron detectados en el espacio aéreo surcoreano en dos ocasiones en agosto, pero nunca lograron interceptarlos.
Tal situación llevó a los surcoreanos a desplegar un sistema de radar capaz de detectar aviones de vuelo bajo, el cual entró en funcionamiento a finales del 2015. En Seúl admiten que dicho sistema no es una garantía, ya que siguen sin conocer aspectos del sistema norcoreano de drones como sitios de lanzamiento y posibles capacidades de evasión del radar.
Bermúdez, por su parte, también afirma que hoy en día no hay manera infalible para los estadounidenses y surcoreanos de evitar que los vehículos aéreos no tripulados de vigilancia de Pionyang se infiltren en el espacio aéreo del Sur, por lo que necesitan una mejor combinación de inteligencia y armamento.