El Pentágono ha desplegado 100 efectivos de unidades especiales y helicópteros en la base aérea que está estableciendo en el noroeste de Siria cerca de la frontera de Turquía e Irak, informa la agencia Interfax citando a medios turcos.
Según el periódico Hurriyet, las fuerzas estadounidenses junto con los kurdos sirios están completando la infraestructura necesaria en el aeródromo abandonado cerca de la localidad de Rmeilán al Basha, en la gobernación de Al Hasaka, una región siria administrada de manera interina por los kurdos, que se perciben como aliados de la coalición internacional encabezada por Washington.
Turno para los aviones de combate
Además se informa que el Pentágono empezó a utilizar la base hace tres meses, desplegando helicópteros de combate que participan en operaciones contra el Estado Islámico en Siria, así como helicópteros para operaciones de búsqueda y rescate.
Poco antes, la compañía de análisis e inteligencia Stratfor informó que EE.UU. está realizando obras para extender la pista de aterrizaje del aeródromo, que antes tenía unos 700 metros de longitud y ahora se ha duplicado con el fin adaptarla a toda clase de aviones de combate.
¿Es legal lo que está haciendo EE.UU.?
De confirmarse totalmente la información, Rusia ya no sería la única fuerza extranjera que operaría contra el Estado Islámico desde territorio sirio. La diferencia es que, según la información disponible, Damasco no ha autorizado las obras ni el despliegue de la Fuerza Aérea de EE.UU., mientras que el operativo aéreo ruso se desarrolla conforme a una petición transmitida a Moscú por el presidente Bashar al Assad.
También es probable que Washington utilice la base para suministrar municiones y armas a los distintos grupos de la oposición que luchan contra el Estado Islámico y el Ejército sirio.