De acuerdo con la Oficina Europea de Policía (Europol), unos 270.000 niños refugiados llegaron a Europa en 2015. Decenas de miles de estos menores no iban acompañados por adultos, y desaparecieron. Como consecuencia, el bloque de 28 naciones se ha mostrado preocupado por su futuro, puesto que estos podrían haberse convertido en víctimas de traficantes de personas, informa 'The Guardian'.
Brian Donald, jefe de personal de Europol, afirmó que hay evidencias de que estos niños fueron explotados sexualmente por pandillas vinculadas a la trata de personas, aunque no todos sufrieron de actividad delictiva: "No es descabellado decir que se trata de más de 10.000 niños. No todos ellos habrán sido abusados; algunos podrían haber sido devueltos a sus familiares. Simplemente no sabemos dónde están, qué hacen o con quién están" y agregó que los abusos no sucedieron "en medio de los bosques", sino en ciudades y zonas urbanizadas.
En ese contexto, tan solo en Italia unos 5.000 niños refugiados han desaparecido, y alrededor de 1.000 en Suecia.
La Unión Europea está luchando para gestionar la grave crisis de refugiados con cientos de miles de personas que salen de sus países de origen en Oriente Medio y el Norte de África, intentando entrar en territorio de la Unión Europea para pedir asilo, huyendo de países devastados por conflictos.