Londres ve un "gran avance" en su exigencia a Bruselas de no pagar beneficios a inmigrantes de la UE

El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk no pudieron llegar a un acuerdo este domingo sobre la modificación de las condiciones para que Reino Unido siga miembro de la UE. La reunión se prolongará este lunes, según anunció Tusk en su cuenta de Twitter.

Cameron quiere acordar con la UE los nuevos términos de su membrecía antes del referéndum sobre la salida del Reino Unido de la UE, el llamado 'Brexit', cuya fecha aún no ha sido fijada y que podría variar dependiendo del resultado de las negociaciones.

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Sin embargo, este domingo Cameron y Tusk sí pudieron lograr un "gran avance" sobre el llamado "freno de emergencia", según lo anunció el portavoz del primer ministro británico, citado por Reuters. De esta forma denominan en Reino Unido a la intención de dejar de pagar los beneficios sociales a los trabajadores inmigrantes de otras partes de la UE.

Londres afirma que más del 43% de los ciudadanos de la UE que llegan a trabajar al Reino Unido reciben beneficios sociales desde los primeros años de su estancia en este país, y exige de la UE el derecho a dejar de pagar estos beneficios a los inmigrantes durante sus primeros cuatro años en el país.

Para recibir el consentimiento de la UE para esta medida, Londres tiene que demostrar que 'vacían' su tesoro. No obstante, según International Business Times, el Gobierno manipula las cifras reales. Según el diario, no se trata del 43% sino de entre 37 y 43% de los inmigrantes los que exigen los beneficios. Pero, además, resulta que los datos oficiales consideran entre ellos a los británicos que afirman que trabajan con inmigrantes, y eso quiere decir que la cifra real no supera un 7% en vez del 43%.