Según la agencia de noticias TASS las Fuerzas Armadas turcas realizaron el día 3 de febrero una operación nocturna contra miembros del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) fuera del territorio nacional.
El Ejército turco llevó a cabo los bombardeos aéreos con misiles de alta precisión sobre los objetivos de PKK en la zona de Qandil, al norte de Irak. Aviones F-4 y F-16 participaron en el ataque. Según la agencia, la ofensiva destruyó depósitos de municiones, refugios y cisternas de combustible.
Por el momento, Turquía no ha realizado ninguna manifestación respecto a los hechos.
Los civiles que residen en las zonas montañosas iraquíes que jalonan la frontera con Turquía, próximas a posiciones de la milicia kurda, son víctimas del terror y de los bombardeos indiscriminados de los F16 y los F-4 Phantom turcos.
"Nadie sabe con certeza cuántos hombres y mujeres ha perdido PKK durante los últimos ataques aéreos turcos contra sus posiciones en las montañas iraquíes: menos, en todo caso, que los simpatizantes de su causa que están siendo asesinados indiscriminadamente estos días en las ciudades del sureste de Anatolia", denunció el pasado diciembre el periodista Ferran Barber, que trabajó sobre el terreno.
Según la organización Human Rights Watch, "más de cien civiles kurdos han sido masacrados en el fuego cruzado entre ambas partes, entre ellos, ancianos, madres inermes y niños", recuerda Barber.