"Los nuevos tanques robóticos letales de Rusia se vuelven globales"
Rusia está desarrollando un tanque robótico compacto que planea vender en el mercado internacional, publica el analista de Defensa Dave Majumdar en su artículo para 'The National Interest'. "Los nuevos tanques robóticos letales de Rusia se vuelven globales", sostiene en ese contexto el experto.
Según observa Majumdar, el vehículo blindado robótico Uran-9 no pretende sustituir a los carros de combate principales como el T-90 o el T-14 Armata. "Por el contrario, la diminuta máquina está diseñada para proporcionar apoyo de fuego a las fuerzas de operaciones especiales y para realizar reconocimiento", señala.
El analista cita a Boris Simakin, un alto funcionario de la agencia estatal rusa Rosoboronexport, quien asegura que "los desarrolladores rusos poseen todas las competencias necesarias para crear robótica militar moderna que será demandada en el mercado internacional".
La empresa hace notar que el Uran-9 será particularmente útil durante las operaciones militares y antiterroristas locales, incluso en las zonas urbanas. Asimismo, su uso reducirá significativamente las bajas de personal.
El autor del artículo recuerda que cada vehículo Uran-9 está equipado con un cañón automático 2A72 de 30 mm, una ametralladora de 7,62 mm y misiles guiados antitanques M120 Ataka. "La inclusión de los misiles Ataka le otorga al robot la capacidad de atacar y destruir la mayor cantidad de carros de combate modernos desde un alcance de 8.000 metros", subraya el experto.
Además, los robots están equipados con una serie de sensores, incluyendo un sistema de alerta láser y equipamiento de detección, identificación y seguimiento de objetivos.
Sin embargo, señala el analista, no se trata de un solo vehículo, sino de "un sistema completo que se podría implementar con una unidad de infantería". El sistema ―que no tiene equivalente en Occidente― consiste en dos vehículos robóticos de apoyo de fuego y reconocimiento, un camión para transportarlos y un puesto de mando móvil.
Y aunque EE.UU. ha estado trabajando las últimas dos décadas en vehículos terrestres no tripulados, "la tecnología está todavía en sus inicios, y el Uran-9 es una muestra de lo que vendrá".