Tras la toma de contacto que supusieron los caucus de Iowa, esta semana la carrera presidencial en EE.UU. "por fin ha comenzado en serio" con la celebración de las primarias en el estado de Nuevo Hampshire, escribe en su nuevo artículo para el portal Slon el analista económico Alexéi Báyer.
Los candidatos estadounidenses consideran que esta votación es crucial ya que, tradicionalmente, marca el camino que conduce a la presidencia del país. El republicano Donald Trump y el demócrata Bernie Sanders se han impuesto "por un amplio margen" a sus compañeros de partido, algo que "parecía impensable" hace seis meses, según este columnista.
El país de los negocios se pone nervioso
A Alexéi Báyer le sorprende el hecho de que Wall Street aún no haya ofrecido "ninguna reacción a estos extraños acontecimientos políticos", mientras que el mundo de los negocios de EE.UU. "haya entrado en pánico", debido a que su política "se basa en intereses comerciales".
Según el autor del artículo, en los últimos años tanto el sector de los negocios como la gente adinerada "han comprado las elecciones con éxito", debido a que una serie de decisiones del Tribunal Supremo permiten que las empresas financien las campañas electorales con el argumento de que "expresan sus opiniones" y "ejercen su derecho a la libertad de expresión". De este modo, "un grupo de multimillonarios, como los propietarios de caballos de carreras, han apostado sus enormes recursos financieros en distintos aspirantes. Por este motivo entre los republicanos, a los que suelen apoyar los empresarios, hay una cifra récord de 17 candidatos", destaca Báyer.
Sin embargo, "esta vez, parece que los ricachones han gastado su dinero para nada", debido a que Trump financia su propia compañía, mientras que Sanders "recoge dinero de la gente de a pie" y ya ha recibido donaciones de "más de dos millones de estadounidenses, en su mayoría jóvenes", recuerda este analista económico, para quien estos datos por si solos no deberían asustar al mundo de los negocios, pero sí el hecho de que "ambos ganadores de New Hampshire se niegan a seguir las reglas del juego convencionales" y ofrecen unas promesas de campaña "completamente nuevas".
Parálisis política
Respecto a Wall Street, el autor destaca que ya hace tiempo que los mercados financieros han dejado de prestar atención a Washington, "en donde desde el primer día de la elección de Obama se produjo una verdadera parálisis política".
Un grupo de multimillonarios, como los propietarios de caballos de carreras, han apostado sus enormes recursos financieros en distintos aspirantes
Alexéi Báyer opina que la situación económica está cambiando: "La capacidad del Gobierno de EE.UU. para funcionar con eficacia se ha puesto seriamente en duda en los últimos años y, de momento, toda la campaña electoral se ha basado en la humillación y la destrucción de las instituciones del poder estatal", con lo cual "si la dinámica y el estado de ánimo de los votantes no cambian, a medida que se acerquen las elecciones vamos a ver cada vez más nerviosismo en Wall Street".