El año 2015 fue el más violento de la historia moderna para la comunidad cristiana al alcanzarse "un nivel similar a la limpieza étnica", reporta el informe anual elaborado por la ONG Puertas Abiertas. Según la Lista Mundial de la Persecución de 2016, 7.100 cristianos fueron asesinados por practicar su fe en un año –del 1 de noviembre de 2014 al 31 de octubre de 2015–, una cifra superior en 3.000 personas al período anterior, lo que supone un incremento de más del 60% en el número de muertos.
El aumento de la violencia y la falta de tolerancia también se reflejan en el número de iglesias cristianas que han sido destruidas, asaltadas o cerradas por distintos motivos. Si durante el periodo comprendido entre el 1 de noviembre de 2013 al 31 de octubre de 2014 el número de incidentes de este tipo se situaba cerca de los 1.100, su incremento supone casi un 130%. Un año después esta cantidad ya ha superado los 2.400.
Las estadísticas reportan que actualmente, cada mes, una media de 322 cristianos son asesinados por su fe, 214 iglesias y propiedades cristianas son destruidas y los cristianos sufren 772 formas de violencia, comprendiendo estas últimas torturas físicas, violaciones, matrimonios forzados, arrestos, secuestros, discriminación en la educación y el empleo o incluso la muerte. El estudio destaca al extremismo islamista, al nacionalismo religioso y a los conflictos tribales como principales razones de esta brutal persecución.
Según el informe, gran parte de estos sucesos tienen lugar en los países predominantemente musulmanes, muchos de los cuales son "estados fallidos" donde actúan grupos yihadistas. En particular, Irak (número 2 en la lista) y Siria (5) son el epicentro del llamado califato del Estado Islámico, mientras que en Afganistán (4), Pakistán (6), Irán (9) y Libia (10) existen organizaciones islamistas. "El extremismo islámico es una de las fuerzas motrices de la persecución cristiana", sostiene David Curry, presidente de la ONG.
Este viernes tiene lugar el histórico encuentro entre el patriarca ruso Kiril y el papa Francisco en Cuba, en el que el destino de los cristianos, perseguidos en masa a nivel global, será uno de los temas principales a tratar. El metropolita Ilarión, director del Departamento de Relaciones Exteriores de la Iglesia ortodoxa rusa, sostiene que la compleja situación que viven los cristianos en Oriente Medio se debe en gran parte a la persecución por parte del grupo extremista EI y hace hincapié en la necesidad de aunar esfuerzos a nivel mundial para combatir el terrorismo, sin caer en enfrentamientos entre las distintas alianzas.
Por su parte, Manuel Barrios, delegado episcopal de Ecumenismo de la Diócesis de Madrid, sostiene que hoy en día la persecución de los cristianos responde a una "radicalización" y al "fanatismo". "Los cristianos tenemos que estar unidos en defender a nuestros hermanos", dice Barrios, subrayando que "el tema de la unidad de los cristianos es un camino largo por recorrer, pero hay que hacerlo".