Esta semana una pasajera del metro de Moscú se desmayó y cayó sobre las vías. Arriesgando sus propias vidas, un oficial de policía y un testigo del incidente corrieron en su ayuda pocos segundos antes de la llegada del tren.
El oficial de policía Artiom Koroliuk sabía que para salvar a la mujer tenía menos de un minuto, ya que la frecuencia de los trenes es muy corta. Tras él, otro hombre saltó a las vías. Se trataba de un testigo ocasional cuyo nombre trascendió después: Marat Isáyev. Koroliuk contó que primero intentaron levantarla, "pero como el tiempo no era suficiente y el tren se acercaba, solo quedaba una salida: ponerla entre los rieles".
De milagro tuvieron tiempo para ubicarla en esa posición, paralela a los rieles, acción que debieron realizar también ellos para salvarse. Finalmente arribó el tren, aminorando la marcha sobre sus cabezas.
Para que los tres pudieran salir, fue desconectada la tensión de los rieles. La mujer fue hospitalizada con heridas leves, y los hombres no resultaron heridos.
Autoridades del Ministerio del Interior afirmaron que Koroliuk será propuesto para un premio estatal. Mientras que, según la empresa donde trabaja Isayev como repartidor, le otorgarán un premio.