"Si Bashar al Assad se hubiera ido, Siria como Estado se habría desintegrado definitivamente: de una manera muy semejante lo estiman hoy hasta los estadounidenses", ha afirmado en una entrevista con la revista 'Der Spiegel' el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia Guennadi Gatílov.
Ante la perspectiva de una desintegración territorial del Estado sirio, Washington invitó en más de una ocasión a que Moscú participara en una decisión sobre el futuro de Siria pero siempre recibió la negativa como respuesta, ha señalado el responsable ministerial ruso. "Rusia no se dedica a cosas así. Eso lo deben decidir los propios sirios".
El diplomático ruso ha realizado con los periodistas un repaso de la historia del conflicto sirio. "El Gobierno [sirio] cometió muchos errores y posteriormente se entrometieron fuerzas desde el exterior. Bashar al Assad habría podido prevenir la escalada si hubiera llevado a cabo a tiempo reformas democráticas. Al no hacerlo el conflicto siguió extendiéndose. Eso atrajo a distintos grupos terroristas, les ofreció un caldo de cultivo".
Gatílov ha recordado que en marzo próximo se cumplen 5 años desde que comenzara el conflicto. Rusia acudió a la ayuda de Damasco con el objetivo principal de "instaurar la paz e iniciar el proceso de negociaciones al término del cual los propios sirios puedan determinar el futuro de su país". Moscú no quiere "imponer su voluntad a nadie", ha insistido.
A juicio del diplomático, la postura que frena el proceso de paz es la que mantiene Turquía. "Ankara quiere que en el norte de Siria se conforme una zona tapón que ella misma controle", ha dicho en la entrevista. Además, Turquía amenaza con abandonar el diálogo, ha recordado Gatílov.