El papa Francisco ha estado a punto de perder la paciencia durante una reunión con unos parroquianos en México.
El incidente se produjo en la ciudad de Morelia, cuando el Sumo Pontífice se acercó a un grupo de creyentes que ansiaban saludarle.
En aquel momento una persona de la multitud le agarró por la manga, por lo que Francisco estuvo a punto de caer sobre otra persona en una silla de ruedas.
El papa no perdió la compostura: le dio al último un beso en la frente y exigió a los presentes que no fueran egoístas. "No seas egoísta, no seas egoísta", se oyó al papa dirigirse a un grupo de jóvenes.