El Gobierno peruano ha declarado el estado de emergencia sanitaria durante 90 días debido al estado en el que quedó el agua para consumo humano en dos regiones de la Amazonia cuyos ríos se vieron afectados por sendos derrames de petróleo.
Las fugas del Oleoducto Norperuano ocurrieron en las últimas semanas y aún no lograron ser resueltas por la empresa estatal Petroperú. El tema se popularizó gracias a un video de la Municipalidad norteña de Imaza, una de las damnificadas, en cuyas imágenes se aprecia cómo el crudo genera una consistencia viscosa y densa en el agua.
El primero de los vertidos se registró el 25 de enero pasado, publicó el portal Capital, a la altura del municipio de Imaza-Chiriaco –región en la que habitan varias comunidades aborígenes– y afectó los ríos Chiriaco, Inayo y Marañón, afluente del Amazonas.
Días después, el 3 de febrero, se produjo la segunda fuga en el oleoducto, a unos 235 kilómetros de distancia de la primera. Allí, en la provincia de Dátem del Marañón, el petróleo se expandió y alcanzó los ríos Mayuriaga y Morona.