La agencia Ruptly ha obtenido estremecedoras imágenes de los edificios semiderruidos o en ruinas de la ciudad de Cizre, en el sureste de Turquía, donde el Gobierno de Ankara ha llevado a cabo una ofensiva antikurda. La ciudad devastada por los militares turcos todavía alberga a familias enteras que viven en los sótanos y están atemorizadas por los múltiples ataques del Ejército durante el toque de queda impuesto por el Gobierno.
Un diputado del Parlamento turco del Partido Democrático del Pueblo (HDP por sus siglas en turco) ha acusado al Ejército del país de haber calcinado vivas a unas 150 personas en una ofensiva contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán en el sureste de Turquía.
En el distrito de Cizre de Sirnak cerca de 150 personas han sido quemadas vivas en diferentes edificios por los militares turcos. Algunos cadáveres han sido encontrados sin cabeza
"En el distrito de Cizre de [la provincia de] Sirnak cerca de 150 personas han sido quemadas vivas en diferentes edificios por los militares turcos. Algunos cadáveres han sido encontrados sin cabeza. Algunos han sido calcinados por completo, de modo que no es posible practicarles una autopsia", ha afirmado al portal Sputnik el representante parlamentario del HDP Feleknas Uca, que ha precisado que "la mayoría" de los muertos eran kurdos.
Aunque las declaraciones de Uca no han sido confirmadas sobre el terreno por RT, el parlamentario ha advertido que más personas pueden enfrentarse a un destino similar en la región. "La situación en Diyarbakir es terrible. Su distrito sur está viviendo su 79.º día de toque de queda. Doscientas personas han quedado atrapadas en sótanos y las fuerzas especiales de Turquía no van a rescatarlas", ha aseverado.
Desde el pasado mes de julio en que, por primera vez en dos años, fue violado el alto el fuego en la región kurda, el Ejército y fuerzas de seguridad turcos se han empleado para acabar con la vida de miembros del PKK en el sudeste de Turquía. Actualmente, decenas de civiles siguen atrapados en sótanos de edificios por el toque de queda impuesto en el distrito de Cizre de la provincia de Sirnak.
La situación en Diyarbakir es terrible. Doscientas personas han quedado atrapadas en sótanos y las fuerzas especiales de Turquía no van a rescatarlas
Las primeras informaciones sobre la matanza de kurdos aparecieron a principios de esta semana, cuando la agencia de noticias ANHA informó del hallazgo de 115 cuerpos sin vida.
Los cadáveres estaban tan calcinados que sus familiares solo fueron capaces de identificar a 10 de los 115 cadáveres hallados en los barrios Sur y Cudi del distrito de Cizre en Sirnak.
Según el diario 'Today's Zaman', a partir del jueves pasado la morgue del hospital estatal de Cizre se quedó sin espacio para los cuerpos de nuevas víctimas, por lo que estos fueron enviados a otros depósitos de cadáveres en la región.
El mes pasado, la Fundación Turca de Derechos Humanos informó de que más de 160 civiles habían muerto desde que Ankara lanzara su ofensiva contra el PKK el pasado agosto. Entre los muertos hay 29 mujeres, 32 niños y 24 personas mayores de 60 años.