Tres agentes de la Policía de Ohio acribillaron a tiros en una calle de las afueras de Cincinnati a un afroamericano sospechoso de portar armas. La víctima, Paul Gaston, de 37 años, murió en el acto a causa de nueve balazos recibidos casi a quemarropa.
Según la versión oficial, la víctima llevaba una pistola de aire comprimido diseñada como si fuera un arma real, del modelo Springfield Armory XD. Media hora antes de su muerte dos personas avisaron al servicio 911 sobre el comportamiento inadecuado de un individuo que salió de su coche después de chocar contra un poste telefónico, informa el sitio web Cincinnati. Una testigo dijo que creía que se encontraba bajo influencia de alguna sustancia.
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En el vídeo se aprecia cómo la Policía acorrala frente a una tienda al sospechoso, que se arrodilló, siguiendo las órdenes de los agentes, pero no se tendió bocabajo sobre la acera tal y como también le exigían los oficiales. Aunque no amenazó directamente a nadie, ni con el arma falsa ni verbalmente, los agentes consideraron peligroso un movimiento que hizo al intentar incorporar el cuerpo y acto seguido abrieron fuego.
La actuación policial está siendo investigada, pero en la comisaría la calificaron de muy profesional y admitieron que lo más probable es que los agentes no sean juzgados.