Turquía se enfrenta a una verdadera "pesadilla estratégica", con sus ciudades que están siendo atacadas por terroristas, dentro del país se aviva un enfrentamiento con los kurdos, sus fronteras se han vuelto inseguras, la economía turca está en depresión y sus principales aliados ignoran sus peticiones, informa el diario 'The Washington Post'.
Hasta hace cuatro años, ese país estaba por convertirse en uno de los principales ganadores de la primavera árabe, era considerado por Occidente como modelo y en la región lo veían como uno de sus líderes. Pero todo ha cambiado debido a evoluciones en el panorama geopolítico y en el conflicto sirio, señala el diario norteamericano.
Una "catástrofe multifacética" a la vista
"Turquía se enfrenta a una catástrofe multifacética. Este es un país que a menudo ha tenido problemas en el pasado, pero la magnitud de lo que está sucediendo ahora está más allá de la capacidad de Ankara para hacerles frente", cita el periódico palabras del profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Ipek de la capital turca, Gokhan Bacik.
Esta semana Ankara no consiguió el apoyo incondicional de su principal aliado (EE.UU.) para una operación contra la milicia kurda en Siria que lucha contra el Estado Islámico. Turquía "se encuentra completamente aislada, atrapada en un laberinto de problemas, que en parte fueron creadas por ella misma", señala el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Kadir Has de Estambul, Soli Ozel.
"Ha echado a perder las relaciones con todo el mundo y ahora no puede convencer a nadie hacer algo. Es un país cuyas palabras ya no tienen ningún peso. Alardea pero no cumple las promesas. No puede proteger sus intereses vitales, y está en desacuerdo con todos, incluso con sus aliados. Para un país que hasta hace poco era visto como potencia regional emergente, estos hechos son desastrosos", lamentó Ozel.
Se le subieron los humos a la cabeza de Erdogan
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha dado a entender que está dispuesto a iniciar una operación militar en territorio sirio, pero no cuenta con el apoyo público ni de las Fuerzas Armadas.
Erdogan está empujando al país a "un agujero cada vez más profundo del que no hay escapatoria", y parece ser que el mandatario calculó mal su estrategia y no consideró los parámetros cambiantes de su maniobra en Siria, agrega 'The Washington Post'.
El presidente turco "ha administrado mal la política exterior a causa de la arrogancia. En 2010 estaba demasiado confiado en que Turquía era el favorito de todo el mundo, y se le subió a la cabeza", comentó por su parte Henri Barkey, experto en Turquía en el Centro Wilson de Washington.
Un escenario nada alentador para Turquía
Bacik considera que "no pueden descartarse más pasos en falso" por parte de Erdogan. No puede decirse que "Turquía ha perdido la cabeza y está preparada para la guerra, pero la postura de Ankara es muy extraña y podría dar lugar a sorpresas", agregó el académico.
"Lo que está ocurriendo en Siria es una cuestión de supervivencia para Erdogan, por lo que no se puede descartar nada. En cuanto a Turquía, no se presenta un buen escenario de ahora en adelante", advirtió Bacik.