El negocio farmacéutico mueve millones de dólares en todo el mundo. Al mismo tiempo, los excesos de medicación y el consumo de múltiples medicamentos cuya eficacia está en duda son algunos de los factores que provocan la muerte de miles de personas.
Ante esta situación, Richard Thompson, expresidente del Real Colegio de Médicos británico y doctor personal de la reina Isabel II durante 21 años, ha reclamado que se realice una consulta pública urgente sobre "la eficacia de los fármacos" y que se revelen los manejos "turbios" de las compañías del sector y ha advertido sobre la influencia excesiva que poseen a la hora de prescribir medicamentos, publica el diario 'The Daily Mail'.
Las personas que arremeten contra las farmacéuticas aseguran que muchas drogas provocan más perjuicios que beneficios, mientras que las supuestas bondades de algunos medicamentos no están debidamente constatadas.
Al respecto, el cardiólogo Aseem Malhotra cuestiona que a algunos pacientes les dicen que deben tomar medicamentos que no necesitan como parte de un conflicto de intereses comerciales y eso contribuye a que exista "una epidemia de médicos y pacientes desinformados".
Malhotra señala directamente a la sanidad pública británica porque considera que sobremedica a sus pacientes y que los efectos colaterales derivados que provoca esa manera de actuar conducen a "innumerables muertes".
Además, este cardiólogo indica que existe la sospecha de que ese exceso de "medicina" derive de los "incentivos financieros" vinculados con la prescripción y el aumento de los procedimientos, con lo cual acusa a las farmacéuticas de "jugar con el sistema" y de invertir el doble en propaganda que en investigación.
Por estas actitudes y manejos poco claros, entre 2007 y 2012 casi todas las farmacéuticas que se encuentran entre las 10 más importantes del mundo pagaron multas considerables por delitos como la tergiversación de resultados de investigación, el ocultamiento de información sobre los daños de sus productos y la comercialización ilegal de fármacos.
El diario concluye que lo más preocupante es que estas maiobras se cobran miles de vidas en todo el mundo, causan miles de millones de pérdidas a las economías de los países y multiplican el sufrimiento de los pacientes, quienes cada vez requieren más tratamientos por los efectos secundarios que les causan los medicamentos que consumen.