El celular preferido del Estado Islámico es el Nokia 105 de Microsoft, un modelo que solo cuesta 20 dólares, está hecho a prueba de polvo y posee una amplia resistencia al agua. Este terminal es uno de los más populares y baratos de la marca y su batería ofrece hasta 15 horas de conversación.
Sin embargo, los terroristas no emplean el teléfono para realizar llamadas, sino para detonar bombas de forma remota, según un informe publicado este miércoles por Conflict Armament Research (CAR, por sus siglas en inglés), un grupo de investigación con sede en Londres (Reino Unido).
Los activistas británicos recuerdan que los yihadistas consiguen los productos que les sirven para fabricar la mayoría de sus dispositivos explosivos de manera legal, ya que son de uso civil.
El documento de CAR sostiene que la mayoría de los componentes que emplean proceden de empresas radicadas en Turquía, Irak, Estados Unidos, Brasil, China y Japón.
El director ejecutivo de la organización, James Bevan, ha indicado que "el hallazgo más sorprendente es que el Estado Islámico es prácticamente autosuficiente a la hora de adquirir armas y otros productos estratégicos".