El precandidato a la presidencia de EE.UU. por el Partido Republicano, Donald Trump, ha asegurado que su país se está "yendo al infierno por ser políticamente correcto", después de vivir un altercado con un manifestante durante un acto electoral en el estado de Oklahoma.
Este activista mostró un cartel en el que se podía leer "La islamofobia no es la respuesta" y llevaba puesta una camiseta en la que se leía "El KKK (Ku Klux Klan) respalda a Trump", además de una estrella amarilla semejante a las que obligaron a utilizar a los judíos durante el Holocausto.
Mientras esperaba a que los miembros del equipo de seguridad o la Policía actuaran, el magnate se acercó al hombre y, tras un breve intercambio de palabras, volvió a su lugar y continuó paseándose por el escenario. Finalmente, esa persona fue escoltada fuera de la sala, mientras lanzaba besos hacia el precandidato y el público, quienes le abuchearon.
"En los viejos tiempos, lo habrían sacado de esa silla rápidamente, pero hoy en día todo el mundo es políticamente correcto. Nuestro país se está yendo al infierno por ser políticamente correcto", aseveró Trump, quien insistió en que "la Policía tiene miedo de actuar" y añadió que "nos estamos convirtiendo en un país asustado".