A falta de que el Parlamento de Reino Unido acepte renovar el sistema del misiles balísticos intercontinenales para submarinos Trident, un antiguo marino de submarinos de la Armada Británica, William McNeilly, ha explicado en exclusiva a RT las fisuras de que tiene el programa.
Para empezar, "los terroristas del Estado Islámico podrían acceder sin dificultades a los submarinos nucleares británicos, ya que sus controles de seguridad son escasos", debido a que "para subir a bordo, solo se necesitan un par de acreditaciones falsas", afirma McNeilly, quien recuerda que cada año sus colegas pierden miles de estos documentos y el aumento del número de ciudadanos de su país que se han radicalizado aumenta el riesgo de que alguna de esas identificaciones "caiga en malas manos".
William McNeally también ha detallado que, a diferencia de lo que sucede en los aeropuertos, en donde se registra y comprueba todo, las normas en las bases militares de la Armada son mucho más sencillas y puedes llevar a bordo cualquier bulto, porque "no registran" los equipajes. Así, este exintegrante de la Marina de Guerra de Reino Unido se pregunta qué pasaría si alguno de los 181 tripulantes que puede albergar un submarino entrara con una bomba.
Antes de entregarse a la Policía en mayo del año pasado, William McNeilly publicó en Internet un informe en el que desvelaba que, durante sus tres meses a bordo, había encontrado 30 problemas de seguridad en los submarinos de su país. El exmarino indica que no tomo esa medida, por la que fue licenciado de manera deshonrosa, "para desacreditar a la Armada Británica, sino porque no se toman en serio la seguridad y eso supone un riesgo para el pueblo y la nación".
Por su parte, un portavoz de la Marina de Guerra británica ha asegurado a RT que esta institución "discrepa con el punto de vista subjetivo y sin corroborar de McNeilly" y se toma "muy en serio" la seguridad.
Me mostraron como un traidor fugitivo que estaba aprendiendo ruso
Respecto a la repercusión mediática que tuvo su informe, William McNeilly se lamenta de que algunos medios de comunicación publicaran que guardara documentos secretos en el teléfono, que era un fugitivo, que estaba aprendiendo ruso y, en definitiva, que le mostraran "como un traidor", en vez de como una persona que había difundido documentos sobre seguridad que "no contenían información confidencial".
Para concluir, McNeilly explica que, si se hiciese una lista con todas las desventajas del Trident, "sería tan larga que se podrían escribir libros enteros" y destaca que el único motivo "vago" por el cual Reino Unido sigue adelante con este sistema de misiles balísticos intercontinenales para submarinos es por su capacidad "disuasoria".