Así ha construido China su extraordinaria red de alta velocidad, la mayor del planeta
La escala del proyecto de modernización de infraestructuras ferroviarias que China está llevando a cabo "equivale a la construcción de la Gran Muralla China", asegura el columnista Iván Zuenko en un artículo para Lenta.ru. La red de alta velocidad ferroviaria, cuyo coste se eleva a unos 300.000 millones de dólares, es más extensa que las redes de Japón y Europa en conjunto.
¿Cómo ha logrado el gigante asiático construir esta "maravilla de la alta velocidad" y porque las autoridades no han escatimado en medios económicos en un proyecto obviamente no rentable?, se pregunta el analista.
"La gran red china"
"A comienzos del siglo XXI, los ferrocarriles chinos no eran el motor, sino más bien un freno para el desarrollo económico del país", señala el columnista. Teniendo una velocidad media de 48 kilómetros por hora, el ferrocarril perdió frente a autopistas y el transporte aéreo. En 1997, se puso en marcha una campaña para aumentar la velocidad de los ferrocarriles, llegando en 2007 a la velocidad media de 70 kilómetros por hora en trenes de pasajeros. Y "esto fue solo el principio", escribe Zuenko.
A mediados de la década de 2000, Pekín inició una ambiciosa campaña para establecer una red de trenes de alta velocidad. La inversión total en la creación de la red de 25.000-30.000 kilómetros de longitud (la longitud estimada para 2020) se estima en unos 300.000 millones de dólares.
Es importante entender, subraya el columnista, que se trata de "vías completamente nuevas en lugar de mejorar las existentes". Por lo general, se construyen en paralelo a las líneas ya existentes, pero en algunas áreas las líneas de alta velocidad son únicas. Generalmente, se especializan en el tráfico de pasajeros, transportando más de tres millones de pasajeros al día (el mayor índice del mundo).
Otro aspecto destacado radica en el hecho de que si bien inicialmente China empleó tecnologías francesas, canadienses y japonesas, los fabricantes chinos "en menos de diez años no solo alcanzaron el mismo nivel tecnológico, sino que llegaron a ser líderes mundiales". No en vano, actualmente la tecnología china es la más competitiva en los mercados de la India, Brasil y México.
¿Cómo funciona la "maravilla de la alta velocidad" china?
Para las líneas de alta velocidad se construyen estaciones completamente nuevas, que se convierten en puntos de crecimiento para las "zonas de desarrollo" periféricas: en torno a estas proliferan negocios y servicios. Además, la conexión a los sistemas de transporte urbano las transforma en centros de transporte, explica el periodista.
Varios tipos de trenes de alta velocidad oscilan entre 250-310 kilómetros por hora, mientras que los 'normales' se mueven en el rango de los 140-160 kilómetros por hora. Asimismo, se ha incrementado considerablemente el confort: un viaje en tren de alta velocidad es similar a un avión, pero sale más barato. Por otra parte, los trenes de alta velocidad "han cambiado los conceptos de espacio" al permitir recorrer los 2.100 kilómetros existentes entre Pekín y Guangzhou en tan solo 8 horas.
¿Por qué el Gobierno chino invierte en un proyecto que no es rentable?
La red ferroviaria de alta velocidad, operada por la empresa CRH (China Railway High-speed), no es rentable y está subvencionada por el Estado, destaca el analista. El período de amortización de rutas relativamente cortas entre las principales ciudades es de 15-16 años, mientras que en las zonas remotas con los terrenos difíciles es casi imposible llegar a rentabilizarlas.
"De hecho, el Estado financia la creación de rutas obviamente no rentables, haciendo frente a los objetivos estratégicos tales como el empleo de mano de obra y de negocios", explica. Además, el transporte rápido y barato une el país permitiendo a la población viajar y gastar el dinero en las zonas turísticas. "Todo esto con el tiempo conduce a la unificación de China, la difusión de valores comunes y el lenguaje normativo chino", resume Zuenko.