El Pentágono lleva casi dos años experimentando en un programa secreto con microdrones que pueden ser lanzados desde cazas en pleno vuelo. El diario 'The Washington Post' ha obtenido por primera vez acceso a un video que muestra el proyecto en acción.
El video, fechado el año 2014, muestra cómo una caja con un pequeño paracaídas se precipita desde un caza F-16, y, a los pocos instantes, se abre para soltar un dron de color negro y naranja que se encontraba en su interior con las alas plegadas.
Unas pequeñas hélices en la parte de atrás aportan propulsión a los aparatos mientras se encuentran los unos a los otros y crean un enjambre. Otro video, que todavía no se ha revelado, muestra microdrones volando en grupo integrado por al menos 20 unidades, informa el periódico.
Los drones están imprimidos en 3D en kevlar y fibra de carbono y funcionan a base de baterías de iones de litio. Tras el despliegue, los aparatos se conectan a través de un enlace de datos de radio, informa David Axe en su artículo publicado por el portal War is Boring.
Los detalles sobre lo que podrán hacer los minidrones están clasificados, pero pueden ser utilizados para confundir a las fuerzas enemigas y realizar misiones de vigilancia utilizando un equipo mucho menos costoso que una aeronave no tripulada de tamaño completo, escribe el periódico.
El programa, denominado Perdix, está desarrollado por la Oficina de capacidades estratégicas del Pentágono. Esta fue creada en 2012 para buscar nuevas maneras de utilizar las armas existentes.