El grave atentado que sacudió el domingo pasado el centro de Ankara, la capital turca, dejó al menos 37 muertos y 125 heridos. Pero su huella es aún más grave: crece la sensación de inseguridad y temor en Turquía, escribe el portal de la BBC.
En este contexto una fotografía de dos jóvenes amigos que sonríen a la cámara se ha convertido en el símbolo del dolor del pueblo turco.
Los amigos, Ali Deniz Uzatmaz y Ozancan Akkus, estudiantes universitarios, murieron con una diferencia de cinco meses en dos ataques terroristas en el territorio turco.
Ali Deniz Uzatmaz, de solo 19 años, falleció el 10 de octubre del año pasado en un atentado contra una manifestación pacifista en la capital turca. Las autoridades del país atribuyeron el crimen al autoproclamado Estado Islámico.
Este domingo la tragedia se repitió con Ozancan Akkus. Estudiante del primer año de ingeniería de la Universidad Técnica de Medio Oriente fue víctima del ataque suicida que el Gobierno de Turquía atribuye a la milicia kurda.
Los ataques que se llevaron la vida de ambos jóvenes son una muestra de la falta de seguridad e inestabilidad que vive Turquía los últimos meses.