Francisco Coloane, exoficial de las Naciones Unidas en misiones especiales en Oriente Medio, opina que el repliegue de tropas rusas del territorio sirio es "una señal política hacia la paz".
Según el exoficial, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el mandatario sirio, Bashar al Assad, "han contribuido con este retiro gradual del contingente militar ruso para que la otra parte, la parte que ha inyectado el terrorismo, la parte que ha montado un plan para derrocar el presidente Bashar al Assad, haga lo suyo".
El experto opina que esta guerra fue "inventada" e "inyectada desde fuera con una intromisión extranjera por una coalición que tenía por objetivo derrocar al presidente Assad".
Coloane afirma que la retirada del personal militar ruso "no puede interpretarse como un símbolo de debilidad o de que Rusia va a dejar de apoyar al Gobierno del presidente Bashar al Assad".
Según el analista, es improbable que los aliados occidentales den pasos semejantes y replieguen sus tropas de Siria, ya que estos países "tienen intereses a partir de las compañías internacionales que se contradicen entre sí".
El exoficial de la ONU agrega que según su opinión la legitimidad de Bashar al Assad puede radicar en que "su Ejército ha efectivamente realizado la única lucha antiterrorista en los últimos dos o tres años".
El 14 de marzo el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció la retirada de las principales fuerzas rusas de Siria a partir del 15 de marzo, al haber "cumplido los objetivos". Esta declaración se hizo durante una reunión que el líder ruso mantuvo con el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, y el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú.