Rusia se ha embarcado en el ambicioso proyecto de armar los buques más grandes de su Armada con misiles de crucero hipersónicos. Apenas se dio a conocer la noticia del primer ensayo del misil de crucero hipersónico ruso Tsirkón, se informó de que estos misiles los portarían los avanzados submarinos de quinta generación del proyecto 'Jaski' (Husky), dijo este jueves RIA Novosti citando una fuente anónima de la industria militar.
El proyecto del avanzado submarino 'Jaski' se encuentra en desarrollo en la oficina de diseños navales Malajit. Otro eventual portador de los misiles de crucero hipersónicos Tsirkón (también conocidos como 'Zircon') serían los cruceros pesados de propulsión nuclear clase Orlán.
Entre los requisitos de la Armada rusa para los nuevos submarinos figuran también nuevas formas de propulsión alternativas, formas de casco, formas de uso de armas y métodos de intercambio de información basados en nuevos principios físicos. Además, la táctica de uso de estos sumergibles estará vinculada al concepto de 'guerra centrada en redes', una doctrina militar que tiene como objetivo mantener bien conectadas e informadas a fuerzas geográficamente dispersas.
Actualmente los principales diseñadores de submarinos rusos son las oficinas de diseño Malajit y Rubin, cuyos ingenieros coinciden en que todos los submarinos del futuro serán monocasco y seguirán usando como principal material estructural el acero de bajas propiedades magnéticas, aunque en ellos aumentará sustancialmente la proporción de materiales compuestos tanto en el exterior como en el interior de las naves.
Sin embargo, por el momento la Armada rusa no ha planteado a los ingenieros ningún requisito para aumentar la velocidad, la autonomía o la profundidad operativa de los submarinos.
Se espera que los submarinos de quinta generación sean propulsados por chorros de agua, prescindiendo de las hélices 'tradicionales'.
Anteriormente se había anunciado que otros portadores de misiles hipersónicos serán los cruceros de propulsión nuclear clase Orlán Piotr Veliki y Admiral Najímov, las naves de superficie más potentes de la Armada rusa, que están siendo modernizados.