Marcha en apoyo a Rousseff y Lula: "Oposición está incitando a una guerra civil en Brasil"
Este viernes miles de brasileños salieron a las calles del país para mostrar su apoyo a la presidenta Dilma Rousseff y al exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva, quien estaba presente en el acto, informa el portal 'Terra Brasil'. Las manifestaciones han sido convocadas por los sindicatos obreros y movimientos sociales en al menos 25 estados del país.
De acuerdo con los organizadores del evento, la marcha en una de las importantes vías de la ciudad de São Paulo, Avenida Paulista, ha congregado a unas 250.000 personas, entre ellas, Gilmar Mauro, de la dirección del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST). El portal 'Brasil de Fato' ha conversado con el activista, quien ha llamado desde las calles de São Paulo a "todos los demócratas y personas sensatas de este país a un proceso de movilización".
"El país vive un momento extremadamente complicado, una crisis económica, ambiental, social, que además no es brasileña, es mundial. Pero en la política las intervenciones tanto de la Red Globo, como de Moro (el juez federal Sergio Moro, quien ordenó la detención de Lula da Silva), están incitando a una guerra civil y tendrán que ser responsabilizados por eso", afirma Mauro. El activista ha señalado que tal situación "atenta contra el proceso democrático y está rasgando la Constitución brasileña".
Según el experto la única alternativa para resolver la situación que vive hoy en día el país es mantener a Dilma y a Lula en el poder. La pluma de ellos y las rúas de nuestra parte, serán las garantías de la continuidad de la democracia", afirmó.
Eco en la historia
El periodista y escritor Fernando Morais, que también ha hecho a 'Brasil de Fato' sus comentarios sobre el tema, opina que la situación actual de Brasil debe leerse desde una perspectiva histórica que evidencia los constantes ataques de la derecha para frenar los proyectos populares en el país. Autor de biografías como 'Olga' (acerca de la militante Olga Benário) y 'Los últimos soldados de la Guerra Fría' (donde aborda la historia de espías cubanos en los Estados Unidos), Morais propone pensar la actual coyuntura recuperando algunos hechos claves de la historia brasilera como el suicidio de Getulio Vargas en 1954, las tentativas de destituir al presidente Juscelino Kubitschek en 1955, de impedir a Jango [João Goulart] asumir la Presidencia en 1961 y el golpe militar de 1964. "El mundo cambió. Los personajes son los mismos", señala el escritor. Según Morais, la situación actual es nada más que un nuevo intento de la derecha para frenar un "proyecto de país volcado para los pobres".
"Ofensiva brutal"
Cabe señalar que las manifestaciones han tenido lugar después de una "ofensiva brutal" contra el gobierno de Dilma Rousseuff y la designación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como ministro de la Casa Civil, en la que se lanzó el Poder Judicial de Brasil los últimos días.
Todo empezó el pasado 4 de marzo, cuando la Policía brasileña detuvo al expresidente para interrogarle por su presunta vinculación al caso de corrupción Petrobras. Cinco días después la Fiscalía presentó cargos contra el exmandatario por presunta ocultación del patrimonio, entre otras cosas. El 10 de marzo el mismo órgano pidió prisión preventiva para Lula da Silva basándose en las mismas acusaciones de antes y también por lavado de dinero.
Posteriormente la presidenta Dilma Rousseff decidió nombrar como jefe de gabinete a su antecesor y padrino político. Y el 17 de marzo Lula da Silva asumió el cargo entre protestas y manifestaciones de apoyo. Sin embargo, no aguantó ni una hora en el puesto porque un juez federal suspendió su nombramiento. Como respuesta, el Gobierno de Brasil apeló la decisión. Y después otro magistrado ha anulado la orden que impedía la designación del expresidente.
El analista internacional Amílcar Salas Oroño, por su parte, expresó a RT que tal actuación de los órganos judiciales del país obedece a intentos para dañar la reputación del ejecutivo de Dilma Rousseff. "Esto es una campaña no solo de desprestigio, sino también de intentar de alguna forma deslegitimar todo el gobierno de Dilma Rousseff", señala el experto. De acuerdo con Oroño, lo que están tratando de hacer las oposiciones es mezclar las pruebas que se requieren en la justicia ordinaria con las pruebas que eventualmente se requieren para los juicios políticos.