La decisión de Vladímir Putin de retirar las fuerzas rusas de Siria fue estratégica, escribe la analista política Catherine Shakdam en un artículo para RT. "Rusia hizo lo que se había propuesto desde el principio: crear un espacio dentro del cual Siria fuera capaz de negociar de forma segura, diseñar y labrar su futuro: lejos del intervencionismo extranjero, el neocolonialismo latente y, por supuesto, el peligro del radicalismo", señala.
A su juicio, no se tienen en cuenta dos importantes factores a la hora de considerar la estrategia de salida rusa de Siria. "En primer lugar, la intervención de Putin en Siria nunca se trató de ganar la guerra contra el Estado Islámico, ni siquiera de hacer valer la posición del presidente Bashar al Assad sobre su pueblo", escribe. "En segundo lugar, Rusia entró en la lucha militar por estricta invitación de Damasco por un periodo de tiempo predeterminado".
Shakdam recuerda en su publicación que el paso de Rusia por Siria nunca se ha basado en el intervencionismo, sino en el apoyo y la "política inteligente". "Es necesario recordar que Rusia no se guía por guion del excepcionalismo estadounidense, sino por el derecho internacional", afirma la analista.
El plan maestro de Putin
La experta señala que la decisión de Putin no es una derrota militar, ni un signo de domadura política. "Me atrevería a decir que la decisión de Putin de salir de Siria, al igual que su decisión de entrar, está basada en el genio estratégico puro".
Según la analista, su apuesta siria —"el plan maestro de Putin"— pronto será recordada como "el momento decisivo que permitió al país árabe ganar su guerra contra el neocolonialismo y el terrorismo". A parte de "robar literalmente el viento de las velas de los potencias militares beligerantes", el presidente ruso "privó a los políticos occidentales de su chivo expiatorio favorito: Rusia. ¿A quién culpará ahora el mundo por Siria?", se pregunta.
"Putin orquestó una campaña militar verdaderamente quirúrgica", concluye la columnista. "Con el Estado Islámico debilitado, Siria tiene ahora la oportunidad de una transición adecuada. No está mal teniendo en cuenta que Rusia logró todo esto en menos de seis meses, justo a tiempo para una nueva ronda de conversaciones de paz en Ginebra. ¡Bienvenidos a la arquitectura de la paz de Rusia!".