El Departamento de Estado de EE.UU. y el Pentágono han comunicado este martes que las familias de los diplomáticos estadounidenses y del personal militar deben abandonar el sur de Turquía debido a las "preocupaciones continuas de seguridad en la región", informa la agencia AP.
Así, han instado que los dependientes del personal estadounidense en el Consulado ubicado en la ciudad de Adana y en las bases aéreas de Incirlik, Izmir y Mugla a abandonar sus posiciones. La llamada ‘salida ordenada’ implica que los gastos del traslado serán cubiertos por el Gobierno de EE.UU.
"Entendemos que esto es perturbador para las familias de nuestros militares, pero hay que mantenerlas a salvo y asegurar la efectividad en el combate de nuestras Fuerzas para apoyar a nuestro fuerte aliado turco en la lucha contra el terrorismo", reza un comunicado del Comando Europeo estadounidense.
Esta medida tiene lugar en el marco de un aumento de las preocupaciones respecto a la seguridad en todo el territorio turco debido a la continua lucha contra los militantes del grupo terrorista Estado Islámico en las vecinas Siria e Irak, y viene acompañada de una alerta referente al turismo que advierte a los ciudadanos estadounidenses de una creciente amenaza de ataques.