Uno de los problemas principales de la actual situación es la creación de condiciones de vida normales para las personas. El Gobierno sirio está intentando ayudar a la población a regresar a los hogares abandonados, sin embargo es muy difícil hacerlo porque algunas de las localidades están totalmente en ruinas. Para reconstruir las ciudades se va a necesitar una enorme cantidad de recursos.
Hace cuatro años me fui y la cerré. La destruyeron y lo robaron todo. Para ocultarlo, prendieron fuego a la vivienda
La población de Alfan Esh Shamali, en la provincia de Hama, fue destrozada por los combates. Pocos edificios permanecen en pie. La mezquita local tampoco escapó a este triste destino. Sobre el suelo del templo hay un ejemplar del Corán quemado. La gente que regresa no puede evitar la conmoción que le causa ver lo que ha quedado de sus casas.
"Hoy vine aquí por primera vez en cuatro años para ver mi casa y me desmayé. No ha quedado nada. Hace cuatro años me fui y la cerré. Lo robaron todo y la destruyeron. Para ocultarlo, prendieron fuego a la vivienda", dijo a RT la residente local Hulud al Hattab.
Es prácticamente imposible asentarse de nuevo en lugares que carecen de los servicios básicos. Los que tienen la suerte de tener una casa con techo, no tienen ni electricidad ni agua ni gas.
"Tengo diez hijos. Mi vivienda la destruyeron por completo. Vivo cerca de aquí. Al igual que los demás, vamos a construirla desde cero y esperar que llegue la electricidad y el agua. Esperamos que pronto nos den dinero para la reconstrucción. Hemos presentado una solicitud y de manera previa nos han prometido que nos entregarán los fondos en un plazo de uno a diez meses", contó Ammar Mustaf, habitante de Alfan Esh Shamali.
Lo principal para nosotros es que la gente regrese y retome sus actividades: labrar la tierra, restaurar sus casas.
"Como ven, todo está destruido, aquí no ha quedado nada. Todas las líneas de electricidad están en el suelo. Lo que se salvó, lo robaron los grupo armados", explicó a nuestro corresponsal el representante de una empresa de electricidad local, Muala al Omar.
El retorno de los refugiados a sus hogares es vital para el país. Solo resucitando las localidades abandonadas se las podrá reintegrar de nuevo en la economía nacional.
"Lo principal para nosotros es que la gente regrese y retome sus actividades: labrar la tierra, restaurar sus casas. El Estado tiene que darles una compensación por las viviendas destruidas", sostuvo el jefe de la administración local Firas al Osman.
El regreso de los refugiados no se habría podido lograr sin la tregua. A veces los mismos habitantes locales han tenido que tomar medidas extremas para convencer a la población para que depusieran las armas.
"He pedido a las autoridades garantías de que las personas que se entreguen no sean encarceladas. A muchos se las di personalmente: para demostrar que era cierto, les dejé a un hijo mío, me llevé al suyo y me lo llevé para resolver todos los problemas con los servicios de seguridad", explicó Hamdo Haydar, uno de los mediadores que operan en la localidad.
"De esta manera establecemos confianza entre el pueblo y las autoridades. Menos mal que esto funciona y el Estado nos ayuda en este proceso", afirmó Hamdo Haydar, uno de los mediadores que operan en la localidad", aseveró. Los sirios tendrán que superar muchos obstáculos antes de tener de vuelta su bienestar. Pero el hecho de que prefieran retornar a sus aldeas destruidas para levantarlas en lugar de buscar un refugio en el extranjero es ya una buena señal.