¿Qué ven los terroristas del Estado Islámico en los monumentos arqueológicos?

"Los terroristas ven en los valores culturales un beneficio material. De la venta de antigüedades se dedica la misma subdivisión del Estado Islámico que comercia con el petróleo", ha afirmado el arqueólogo Amr al Azm, que recopila información sobre el tráfico ilícito de antigüedades que lleva a cabo el grupo terrorista, en declaraciones a RT.

El arqueólogo destaca que "los militantes destruyen multitud de objetos, pero por lo general son solo aquellos que no se pueden vender". Según al Azm, las piezas robadas a golpe de martillo que normalmente se subastan por Internet proceden de la ciudad de Palmira y, en concreto, de sus viejos cementerios. "No sé si al final fueron vendidas, pero fueron puestas a la venta en Raqqa. Por dos figuras pedían 150.000 dólares", explicó mostrando las imágenes de los anuncios en Internet de las mismas.

Según  los analistas, el mercado negro se ha inundado de antigüedades procedentes de Siria. Actualmente, la organización yihadista trata de compensar las pérdidas que ha sufrido al ver reducidos sus ingresos procedentes del petróleo con esta actividad ilícita.

La restauración de Palmira

El Ejército sirio ha recuperado el control de la urbe casi un año después de que los yihadistas del Estado Islámico se apoderaran de ella. Palmira, una ciudad siria de importancia histórica y simbólica, fue invadida por los yihadistas del Estado Islámico en mayo de 2015.

Antes de abandonar la ciudad, el Ejército sirio había evacuado a la mayoría de sus habitantes y había salvaguardado varios objetos históricos del Museo Central de Palmira. Sin embargo, durante estos meses los terroristas han destruido varios templos catalogados como patrimonio de la humanidad por la Unesco y han saqueado reliquias de miles de años de antigüedad.