La Policía de Bélgica ha averiguado que la oficina del primer ministro del país, Charles Michel, y su residencia oficial —conocida como Lambermont y que se encuentra cerca de la embajada de Estados Unidos— figuraban como posibles objetivos de los terroristas que perpetraron los atentados de Bruselas el pasado 22 de marzo, informa el periódico 'L'Echo'.
Las autoridades han descubierto esta información tras analizar algunos de los dispositivos electrónicos que utilizaban los yihadistas, entre los que había varios teléfonos y un ordenador.
¿Estrategia del Estado Islámico en acción?
Con los atentados en la capital belga, el Estado Islámico prosiguió su estrategia de expandir el terror en el viejo continente, cuando Occidente no había tenido tiempo para recuperarse de la tragedia en París, según publica el portal Western Journalism.
In an ebook published by ISIS called "Black Flags from Rome" the unholy alliance b/t Left & jihadists is explained pic.twitter.com/lCHqOIB2lh— Nick Short (@PoliticalShort) March 24, 2016
Esta organización terrorista esbozó por primera vez su estrategia para atacar a otros países en un manifiesto de 99 páginas titulado 'Black Flags From Rome', que publicó en enero de 2015. En ese documento, el EI afirmó que realizaría "ataques relámpago" para conseguir que Occidente se gaste "miles de millones de dólares" en proveer la seguridad para sus ciudades.
Además, el texto señala que "una vez que la atención de los medios se apague, el Estado Islámico llevará a cabo un nuevo ataque", porque esa situación forzará a que la policía "se vuelva a poner en estado de alerta", obligará a "cerrar de nuevo toda una ciudad" y generará pérdidas millonarias, por lo que "la población de Europa se dará cuenta de que hay una guerra constante en su país y no se sentirá segura".