Estados Unidos está sopesando la opción de enviar muchas más tropas especiales a Siria para aumentar la presencia que ya se encuentra en el noreste del país. Fuentes de la agencia Reuters, que ha difundido esta información, no han podido especificar de qué cifra se trata.
Un miembro del Ejecutivo de EE.UU. dijo bajo condición de anonimato que en caso de que las propuestas se implementen, el contingente de las tropas especiales de EE.UU. en Siria se multiplicará respecto a la cantidad de efectivos ya desplegados. Según se había informado previamente, Washington ha enviado a las zonas controladas por las milicias kurdas aproximadamente 50 elementos de unidades especiales, que se desempeñan supuestamente como consejeros militares y se mantienen a distancia de la línea del frente. La idea inicial era preparar a las fuerzas en el terreno que hacen frente a la agrupación terrorista del Estado Islámico.
La propuesta de ampliar el número del grupo especial de operaciones americano en Siria es una de las posibles opciones para reactivar la campaña militar de EE.UU. y sus aliados contra el Estado Islámico. El plan necesita la aprobación del presidente Barack Obama, señalaron las fuentes de la agencia.
Vuelven a entrenar a "docenas" de insurgentes sirios
El programa de formación y entrenamiento de los rebeldes sirios que la prensa internacional ya daba por finalizado desde las escandalosas declaraciones del Pentágono sobre su ineficacia ha sido reanudado recientemente. Una teleconferencia transmitida por el sitio web oficial del Departamento de Defensa este 1 de abril ha mostrado que los militares dicen haber aprendido las lecciones del año pasado y vuelven a hacer lo mismo: equipar e instruir a gente no leal a Damasco.
"Docenas de personas se están entrenando ahora", declaró el coronel Steve Warren, cuyas palabras reproduce el sitio. "Todavía es relativamente pequeño [el grupo], mientras observamos si esto funciona". El responsable no especificó el número exacto de 'alumnos' y se distanció del "condenado" programa de 2015.
En un principio, el Pentágono tenía programado entrenar en territorio turco a unos 3.000 combatientes para las fuerzas de la 'oposición democrática' en 2015 y posteriormente hasta 5.000 anuales. El personal instruido debía luchar contra el Estado Islámico, pero en la práctica se rendía y entregaba las armas al movimiento extremista o al Frente Al Nusra días o semanas después de atravesar la frontera turco-siria.