Según los periodistas, los llamados 'papeles de Panamá' —una filtración masiva de documentos financieros sobre empresas en paraísos fiscales procedentes del despacho de abogados panameño Mossack Fonseca— primero los consiguió el periódico alemán 'Suddeutsche Zeitung', que después se los facilitó al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés).
El conocido asesor financiero Kenneth Rijock afirma que la filtración de los datos no fue consecuencia de la acción de unos piratas informáticos, sino a través de una antigua empleada de Mossack Fonseca que tenía acceso a esa información y, supuestamente, mantenía una relación íntima con uno de los socios del despacho de abogados. Según indica Rijock, la pareja terminó "mal" y la empleada decidió "vengarse" haciendo públicas las listas de clientes del despacho y otros datos relacionados.
Los materiales descubiertos, que incluyen 11,5 millones de documentos procedentes de Mossack Fonseca, indican que 12 jefes y exjefes de Estado y numerosas figuras del ámbito político, cultural y deportivo de diferentes países podrían estár vinculados a empresas con sede en paraísos fiscales.
Esta filtración proporciona datos sobre las supuestas actividades financieras de 128 políticos y cargos públicos de diferentes países, entre quienes se encuentran el primer ministro de Islandia, Sigmundur David Gunnlaugsson; el rey de Arabia Saudita, Abdalá bin Abdelaziz al Saúd; el presidente de Argentina, Mauricio Macri; el actual presidente de Ucrania, Piotr Poroshenko; o el presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Khalifa bin Zayed bin Sultan Al Nahyan. También los ex primeros ministros de Georgia, Jordania y Catar; un antiguo vicepresidente de Irak, un exemir catarí, un expresidente de Sudán y el condenado ex primer ministro ucraniano, Pavel Lazarenko.
Sin embargo, ninguna parte implicada ha confirmado la autenticidad de los documentos de manera oficial. Además de Panamá, las autoridades de Australia, España y Francia también han prometido analizar los informes filtrados e investigar los posibles delitos.
Además, varios comentaristas aseguran que muchos de los vinculos destacados en la investigación son muy vagos y no incriminan de manera directa a ninguna figura, pese a lo que pretenden los autores de las filtraciones.
Por su parte, el bufete Mossack Fonseca considera que la acción de los periodistas infringe la ley y tacha la publicación de estos materiales de "crimen" y "ataque" contra Panamá.