Algunas instituciones financieras, como la Fundación de los Hermanos Rockefeller, están detrás de la filtración de los denominados 'papales de Panamá', mientras que otras, como el Grupo Rothschild, están involucradas en el escándalo y han salido en defensa de sus clientes.
Esta agrupación, especializada en la gestión de activos, abrió una institución de fideicomiso en Panamá por encargo del presidente de Ucrania, Piotr Poroshenko, para gestionar las acciones de su compañía de dulces Roshen.
Con el objetivo de defender a su cliente, el Grupo Rothschild argumenta que el fondo fiduciario de Poroshenko cumple plenamente todos los reglamentos de los hombres de negocios que se dedican a la política.
El propio mandatario ucraniano señaló a Reuters que no había transferido sus activos en fideicomiso de Rothschild con el fin de minimizar los gastos —evitar el pago de impuestos al país que preside—, sino para separar sus intereses económicos y políticos, que es "la principal diferencia con respecto a los casos de Islandia o Rusia", a pesar de que el nombre del líder ruso, Vladímir Putin, no figura en 'los papales de Panama'.