El proyecto de túnel bajo el estrecho de Bering, con el que se pretende conectar el distrito de Chukotka (Rusia) y el estado de Alaska (EE.UU.), será una realidad pese a las actuales dificultades políticas y financieras. Y ambos países sacarán grandes beneficios de ello, según la presidenta del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche.
La idea está siendo apoyada por un amplio círculo de expertos internacionales, aseguró la activista alemana durante una conferencia sobre cooperación económica internacional organizada por el citado 'think tank' en Nueva York.
"Es muy probable que dentro de 20 años trenes de alta velocidad y levitación magnética o de otra especie circulen ya bajo el estrecho de Bering y sea posible llegar desde Acapulco a Nueva Deli más rápido que por el mar", afirmó la activista citada por la agencia TASS.
"Este proyecto será con seguridad realizado en el futuro y facilitará la paz entre Rusia y EE.UU.", agregó.
Además, Zepp-LaRouche precisó que el proyecto puede contribuir a la exploración de recursos naturales tanto del Lejano Oriente como de Alaska y añadió que el túnel será solo uno de los componentes de la Nueva Ruta de la Seda, que promociona el Instituto Schiller y aspira a conectar con ferrocarril prácticamente todos los continentes.
Los expertos del Instituto Schiller llaman a una reforma del sistema monetario y financiero internacional para establecer tasas fijas de intercambio de divisas, eliminar las herramientas de especulación financiera, reducir y cancelar deudas.
Al margen de estas medidas se propone conceder grandes préstamos estatales a proyectos de tecnología e infraestructura, entre ellos la "creación de un corredor euroasiático de desarrollo como base para la reconstrucción de la economía mundial".
Zepp-LaRouche considera que EE.UU., Rusia, China, Brasil y la India son los países llamados a promover estas reformas.