El modelo del lanzagranadas antitanque RPG-29, que pesa más de 12 kilos, y tiene una longitud en posición de disparo de hasta 1,85 metros, ha sido puesto a prueba por especialistas de la cadena militar rusa Zvezda. El proyectil PG29V impactó contra el blindado metálico de un improvisado modelo de tanque a 300 metros de distancia, destruyéndolo por completo.
El arma puede superar cualquier protección de carros de combate, ya sea activa o reactiva. En particular, es capaz de destruir la defensa dinámica del tanque, atravesando el blindado y quemando todo lo que está dentro. La velocidad inicial de las granadas, que superan cualquier protección de blindado de un espesor máximo de 650 milímetros, llega a 255 metros por segundo, con un alcance efectivo de 500 metros.