Además de los cuatro cazas Typhoons británicos presentes en Estonia, aviones de combate noruegos, italianos, belgas y alemanes patrullan actualmente sobre el Báltico, buscando posibilidades de interceptar aviones de combate rusos y aumentando de esta manera el peligro de un enfrentamiento armando.
Noruega encabeza la misión con cuatro cazas F-16 que operan desde la base aérea de Siauliai, en Lituania, apoyados por una patrulla de cuatro cazas Eurofighter italianos.
Cuatro cazas belgas F-16 estacionados en la base aérea de Malbork, en Polonia, también están participando en el operativo, que se ha extendido a lo largo de toda la frontera de los países de la OTAN con Rusia.
Así, en 2015, los aviones de combate de la OTAN despegaron más de 250 veces en toda Europa para interceptar aviones rusos; 120 de estos encuentros se produjeron en los países bálticos.
Las 'maniobras' e interceptaciones aéreas sobre el mar Báltico son solo una parte del despliegue militar sin precedentes protagonizado por las fuerzas estadounidenses y de la OTAN en toda Europa oriental y dirigido contra Rusia. Desde el golpe de Estado en Ucrania de 2014, orquestado por Occidente, EE.UU. y la OTAN han iniciado una cadena de ejercicios militares sin precedentes que involucran a decenas de miles de efectivos, equipos pesados y aviones de combate en todo el continente europeo desde el círculo polar ártico hasta el mar Negro.
El creciente número de intercepciones de aviones militares de Rusia por parte de aviones de la OTAN sobre el mar Báltico aumenta el riesgo de un incidente entre Rusia y alguno de los Estados del Báltico, lo que podría desencadenar rápidamente una guerra a gran escala entre los Estados Unidos y Rusia.
Este lunes la OTAN ha vuelto de publicar en su cuenta en Twitter un video filmado hace cinco meses en el cual el general de brigada de la Fuerza Aérea estadounidense Dean Andrew revela cómo actúan los cazas interceptores de la OTAN en Europa:
- Primera etapa: un radar de alerta temprana detecta un avión no identificado y lo comunica a un centro de control en Alemania o en España.
- Segunda etapa: Uno de los puestos de control terrestres decide si el objetivo aéreo detectado es digno de atención y posterior seguimiento.
- Tercera etapa: se decide con cuáles de los aviones disponibles se interceptará el objetivo.
- Cuarta etapa: en el plazo de diez minutos despegan interceptores para acercarse a su objetivo, mostrar su presencia, "investigar qué está haciendo" y acompañarlo hasta que se aleje de la frontera con la OTAN.
- Quinta etapa: comunicar toda la información al centro de control de vuelos terrestre y volver a su base.