La Armada de Estados Unidos ha presentado un buque experimental de operación autónoma bautizado como Sea Hunter (Cazador del mar, en inglés) que realizará maniobras especiales, como la detección de naves enemigas y las operaciones antiminas, con el objetivo de contrarrestar los avances tecnológicos rusos y chinos en el desarrollo de equipos militares autónomos, según informa la agencia de noticias Reuters.
Se trata de una nave construida por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (Darpa, por sus siglas en inglés) que tiene 40 metros de eslora, cuenta con dos motores a diesel y alcanza una velocidad máxima de 27 nudos.
El valor de cada uno de estos barcos es de 20 millones de dólares y su costo operativo diario rondará entre 15.000 y 20.000 dólares, una cantidad relativamente baja para el Ejército estadounidense.
Sin embargo, su característica más destacada es que puede funcionar sin tripulación ni control remoto por un periodo máximo de dos a tres meses, de manera similar a los vehículos de operación terrestre del proyecto de Google.
El secretario adjunto de Defensa de Estados Unidos, Robert Work, ha indicado que es la primera vez que su país dispone de este tipo de equipos robóticos marítimos y que, en el futuro, incluirán armamento, aunque la decisión de utilizarlo la tomará un ser humano.
Somos conscientes de los avances de China y Rusia en este sector
Peter Singer, experto en robótica militar de la fundación Nueva América, ha señalado que "trabajamos en esta tecnología antisubmarina no solo porque nos parezca interesante", sino porque "somos conscientes de los avances de China y Rusia en este sector".