Tres refugiados afganos fueron recientemente maniatados por voluntarios búlgaros que vigilaban la frontera turca armados con machetes, informa 'Daily Mail'. Un video muestra a los refugiados sobre la tierra con sus manos atadas a la espalda con esposas de plástico en la zona montañosa de Strandja. En la grabación puede oírse cómo sus captores les espetan "no Bulgaria" y "volved a Turquía inmediatamente" en unas escenas que han provocado la condena de los grupos para los derechos humanos.
El número de arrestos de este tipo dirigidos contra los refugiados que llegan a Bulgaria a través de Turquía sigue en aumento en las últimas semanas. "Estas imágenes [muestran] el arresto civil más brutal cometido en Bulgaria hasta ahora. Se debe abrir una investigación de inmediato", afirma el presidente del Comité Búlgaro de Helsinki (BHC) para los derechos humanos, Krasimir Kanev. Este advierte que no actuar en línea con las autoridades solo provocará que se repitan casos similares.
Sin embargo, la reacción de las autoridades búlgaras ha sido ambigua. El jefe de la Policía fronteriza, Antonio Angelov, calificó estos arrestos de "ilegales", pero una semana antes había distribuido certificados de reconocimiento a otro grupo de vigilantes por la detención de 20 refugiados cerca los límites con Turquía. El BHC denunció tales premios de "inaceptables" ya que de esta manera Bulgaria corre el riesgo de convertirse en "la cuna del fascismo balcánico".
Hasta ahora Bulgaria ha quedado al margen de la crisis migratoria en Europa pero para evitar la entrada masiva de gente a su territorio Sofía agilizó la construcción de una valla con alambre de púas de más de 130 kilómetros a lo largo de la frontera con Turquía. Según un sondeo publicado la semana pasada, el 60% de los búlgaros ve a los refugiados como una "amenaza a la seguridad nacional".