Un documento secreto obtenido por el Archivo Nacional de Seguridad de EE.UU., una ONG con sede en la Universidad George Washington de la capital, ha desmentido la versión oficial de la CIA sobre el atentado en la base Chapman, en Afganistán, que el 30 de diciembre de 2009 se cobró la vida de siete agentes, publica 'The Washington Post'.
Los agentes de la CIA tenían la misión de reclutar un integrante de Al Qaeda. A finales de diciembre de 2009, la agencia logró contratar al físico jordano Humam al Balawi, que colaboraba tanto con Al Qaeda como con los talibanes. No obstante, el día 30 del mismo mes el entonces informador de la CIA Al Balawi se encontró con los agentes especiales, supuestamente para entregarles nuevos datos operativos sobre los grupos terroristas, y se inmoló dejando un saldo de siete muertos.
El correo electrónico filtrado, mandado por un empleado del Departamento de Estado de EE.UU. el 6 de febrero de 2010, dice que "el servicio de inteligencia exterior [pakistaní] y la red terrorista Haqqani" estuvieron involucrados en el atentado. Según el documento, las autoridades pakistaníes asignaron 200.000 dólares "para posibilitar el ataque a la base de Chapman".
La mitad de esta suma fue pagada a un sujeto llamado Arghawan, comandante del servicio fronterizo de Pakistán, quien asistió a Humam al Balawi para llevar los explosivos al lugar del encuentro del informador jordano con los agentes de la CIA.
No obstante, estos datos no han podido ser demostrados hasta la fecha, subrayó 'The Washington Post'. El Gobierno pakistaní, por su parte, este viernes ha negado su posible conexión al atentado.