El proceso para destituir a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, es un golpe de Estado que no respeta "la voluntad de 60 millones de brasileños y brasileñas que en 2014 eligieron a Dilma como presidenta", denuncia el movimiento popular argentino Patria Grande.
Para la agrupación, "esta decisión de millones es reemplazada por la de un grupo de legisladores que representan al poder económico concentrado y que en su mayoría están sospechados de corrupción", mientras que el objetivo de este golpe es "alinear a los países de América Latina y el Caribe con la estrategia de EE.UU.".
"El imperio intenta retomar el control del continente tras una década de articulación entre gobiernos de izquierda y progresistas", asegura la organización en su manifiesto.
"El nuevo Plan Cóndor en América Latina"
El movimiento argentino recuerda que a lo largo de la historia, EE.UU. ya ha intentado "instalar gobiernos dóciles a su política" en América Latina a través del llamado Plan Cóndor, "a partir del cual se coordinó el secuestro, la tortura, el asesinato y la desaparición de miles de compatriotas con el objetivo de aniquilar la movilización popular y aterrorizar a la población para instalar las políticas neoliberales".
El terreno está preparado para avanzar más decididamente contra los gobiernos y los pueblos de Venezuela, Bolivia y Ecuador y para iniciar un nuevo ciclo de ajuste neoliberal sobre todo el continente
Actualmente, la nueva estrategia de este plan "es la del llamado 'golpe blando', donde se intenta legitimar la destitución de gobiernos inconvenientes por medio de la articulación entre los medios privados de comunicación, sectores del Poder Judicial y el Parlamento", prosigue el grupo, que expresa su "solidaridad con el pueblo de Brasil, que está siendo invisibilizado por los medios masivos y que en este momento se encuentra en las calles repudiando el golpe".
El movimiento manifiesta también su "preocupación por el curso de los acontecimientos en desarrollo, de plena afinidad con los deseos del imperialismo", entre los cuales menciona el triunfo electoral de Mauricio Macri en Argentina y "el golpe en Brasil".
"Coordinar las luchas"
"El terreno está preparado para avanzar más decididamente contra los gobiernos y los pueblos de Venezuela, Bolivia y Ecuador y para iniciar un nuevo ciclo de ajuste neoliberal sobre todo el continente", aseveran los activistas, que opinan que "en estas circunstancias, tenemos que redoblar y profundizar el debate político y los procesos de unidad entre las organizaciones populares de cada país y en todo el continente".
"Es preciso coordinar las luchas y las movilizaciones en solidaridad con los procesos agredidos y en cada país, disponernos a asumir en unidad un nuevo ciclo de resistencia, con el objetivo de construir la alternativa política de los pueblos", concluye Patria Grande.
El Plan Cóndor, que contó con la colaboración de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, se desarrolló en varios lugares de América Latina. Este proyecto supuso la instauración de un sistema de represión mediante dictaduras en diferentes países de la región durante la década de los 70 y principios de los años 80. Esos regímenes coordinaban sus operaciones de seguimiento, vigilancia, detención, torturas y asesinato de individuos que consideraban subversivos.
La Cámara de Diputados aprueba el 'impeachment' contra Rousseff
Dos tercios de la Cámara Baja del Parlamento brasileño han dado la luz verde a la destitución de la actual presidenta del país, Dilma Rousseff, según informó este lunes la agencia Reuters.
De acuerdo con los resultados oficiales, 342 diputados de la Cámara Baja del Parlamento votaron a favor del inicio del juicio político contra la mandataria, mientras que 135 no apoyaron la iniciativa, pero no han logrado neutralizar a la mayoría opositora.
Ahora la iniciativa pasa a manos del Senado, donde la mayoría simple de los votos decidirá el destino político de Rousseff.
En opinión del analista político Joaquim Ernesto Palhares, los opositores han aprovechado el momento para apartar del poder a Rousseff porque saben que será difícil ganar en las próximas elecciones.
Acusada por los acusados
El periódico 'The New York Times' analizó la situación política en Brasil y llegó a la conclusión de que la presidenta es acusada por legisladores que enfrentan sus propios escándalos. Y es que, según Transparência Brasil, el 53% de los integrantes de la Cámara de Diputados están siendo investigados.
Los diputados fueron llamados uno por uno al micrófono por el instigador del proceso de destitución, [Eduardo] Cunha ―un conservador evangélista que a su vez es acusado de perjurio y corrupción― y uno por uno condenaron a la presidenta
A esta paradoja la subraya también el corresponsal en América Latina para 'The Guardian' Jonathan Watts, quien describe así el proceso de votación: "Los diputados fueron llamados uno por uno al micrófono por el instigador del proceso de destitución, [Eduardo] Cunha ―un conservador evangélista que a su vez es acusado de perjurio y corrupción― y uno por uno condenaron a la presidenta".
El periodista señala, por ejemplo, que Paulo Maluf "está en la lista roja de Interpol por conspiración"; por su parte, Nilton Capixaba está acusado de lavado de dinero, y Silas Camara está siendo investigado por la falsificación de documentos y malversación de fondos públicos.
"Por el 'sí', votó una gran mayoría de más de 150 diputados que están implicados en delitos, pero protegidos por su condición de parlamentarios", lamenta Watts.