La víspera de la visita del presidente estadounidense, Barack Obama, a Arabia Saudita, su asesor de Seguridad Nacional, Ben Rhodes, afirmó este lunes que entre aquellos que financiaron al grupo terrorista Al Qaeda no solo se encuentra saudíes muy adinerados sin vínculos políticos, sino que, además, figuran funcionarios del Gobierno de Riad y algunos miembros de sus familias, informa RIA Novosti.
"Una gran cantidad de dinero, sobre todo de dinero inicial para el proyecto que sirvió para fundar Al Qaeda, vino de Arabia Saudita", declaró Rhodes. En este contexto, y en referencia a los funcionarios gubernamentales saudíes y a sus familiares, el asesor de la Casa Blanco señaló que "hubo una cierta falta de atención por parte del Gobierno de Riad, sobre el destino de los fondos de su aparato estatal".
Según la prensa estadounidense, Arabia Saudita amenazó con vender sus activos de petróleo por cientos de miles de millones de dólares si el Congreso de Estados Unidos aprobaba una ley de compensación a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre perpetrados por individuos de nacionalidad saudí y otros miembros de Al Qaeda, según recoge la agencia rusa.
En este contexto, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Josh Earnest, comentó que la Casa Blanca se opone a la resolución de tal decreto de ley, puesto que está convencido de que Arabia Saudita comprende la importancia la preservar la estabilidad del sistema financiero mundial.