El presidente de EE.UU., Barack Obama, está viéndose sometido a una gran presión debido a un nuevo intento por lograr que se haga público un informe secreto del Congreso sobre los supuestos vínculos entre Arabia Saudita y los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Durante la última semana, las familias de las víctimas de los atentados del 11-S han criticado abiertamente al presidente Obama debido a informaciones que indican que su Administración estaría presionando al Congreso para bloquear un proyecto de ley que permitiría a las víctimas del terrorismo demandar a los gobiernos extranjeros vinculados a los ataques en suelo estadounidense. La crítica surge en un momento en que Obama se prepara para viajar a Riad por cuarta vez en su presidencia.
Arabia Saudita ha amenazado con vender unos 750.000 millones de dólares en activos de Estados Unidos si el proyecto es aprobado, ante la posibilidad de que el país quede vulnerable ante los tribunales de Estados Unidos, según 'The New York Times'. Muchos familiares de las víctimas del 11-S creen que Riad desempeñó un papel en los ataques, sobre teniendo en cuenta que 15 de los 19 atacantes que secuestraron los aviones eran ciudadanos saudíes.
Oficialmente, el informe de la Comisión del 11-S "no encontró evidencia de que el Gobierno de Arabia Saudita como institución o altos funcionarios saudíes de manera individual hayan financiado a los organizadores". Sin embargo, un informe anterior del Congreso, al que la Comisión le ha hecho un seguimiento, cuenta con 28 páginas que detallan las fuentes de dinero y la financiación de los secuestradores, documentos que han permanecido clasificados durante más de una década.
Las familias de las víctimas del 11-S han tratado de demandar a Arabia Saudita en los tribunales por el posible papel de Riad en los ataques, pero la ley de EE.UU. concede protección a los gobiernos extranjeros en los tribunales nacionales. El año pasado, un juez federal desestimó una demanda que alegaba que el país árabe había proporcionado apoyo material a los terroristas, al dictaminar que Riad tenía inmunidad soberana. Abogados saudíes argumentaron ante el tribunal que no existía evidencia directa que vinculase a su país con los ataques terroristas.
"Si alguien que amabas hubiera sido asesinado y el responsable puede quedar libre, ¿estaría de acuerdo con eso? Yo no creo que nadie lo esté", señaló Loria Van Auken en declaraciones a CBS News. Su esposo Kenneth trabajaba en la torre norte del World Trade Center y murió en los ataques.