En un contexto de crecientes tensiones con Estados Unidos sobre las islas en disputa en el mar de la China Meridional, Pekín ha probado con éxito un misil balístico intercontinental DF-41 de largo alcance capaz de transportar entre 6 y 10 ojivas nucleares a una distancia de más de 10.000 kilómetros, informa el portal Free Beacon, que cita una fuente del Pentágono.
Según señala el portal, el nuevo misil chino representa una amenaza estratégica importante para EE.UU., ya que tiene un alcance mayor que otros misiles balísticos intercontinentales. No en vano, el misil podría alcanzar cualquier punto de Estados Unidos en 30 minutos, indica el medio.
El DF-41, que podría ser desplegado en cinco años, fue registrado por los sistemas de localización por satélite de Estados Unidos. Sin embargo, la fuente no especifica dónde se produjo el lanzamiento. La prueba anterior, que tuvo lugar el 5 de diciembre de 2015, fue llevada a cabo por el Ejército chino desde un contenedor de transporte colocado en una plataforma ferroviaria.
En el marco del conflicto entre EE.UU. y China, el Pentágono acusa a China de construir en secreto bases militares en las islas en disputa, mientras que Pekín acusa a Washington de militarizar el mar mediante el despliegue de buques de guerra y el fortalecimiento de alianzas regionales.
La información sobre el desarrollo en China de nuevos misiles balísticos de tercera generación apareció por primera vez en julio de 2014, cuando Estados Unidos publicó un informe sobre tendencias en el ámbito militar y de seguridad, según el cual China mejora su nivel de armamentos e intensifica el entrenamiento militar, lo que representa una amenaza para Washington.