Casi ocho décadas después del último vuelo de un dirigible, este globo de 92 metros de largo –unos 19 más que el avión Airbus 380– está a punto de surcar los cielos. Con la más alta tecnología, la mayor aeronave del mundo ha obtenido los permisos de la Agencia Europea de Seguridad Aérea y del organismo británico homólogo para poder volar. Ahora se espera que el Airlander 10 cumpla 200 horas de pruebas hasta recibir la habilitación definitiva. El flamante dirigible, lleno de helio para uso civil y de carga, ha sido creado por la firma Hybrid Air Vehicles, informa el portal Público.
Aunque su nombre oficial sea Martha Gwyn –en homenaje a la esposa del presidente de la empresa que lo fabrica–, el dirigible es conocido en todo el Reino Unido por un peculiar apodo: 'El Trasero Volador'. Solo basta ver su estructura para comprender el sobrenombre.
The 'Flying Bum' is officially christened MARTHA GWYN: World's largest aircraft Airlander 10 is named #avgeekhttps://t.co/lnapNnWwgY— David Jackson (@Just_Aviation) 12 de abril de 2016
La aeronave está diseñada para transportar diez toneladas de carga, 48 pasajeros y viajar a 140 kilómetros por hora a 6.000 metros sobre el nivel del mar. Además, en vuelos tripulados podrá permanecer en el aire durante cinco días y hasta tres semanas sin ser tripulada. De esta manera, la intención del fabricante es que el dirigible pueda acceder a regiones aisladas y hacer llegar suministros, por ejemplo, a zonas de catástrofe.
Sin embargo, hasta el momento, detalla el portal, no está muy clara su rentabilidad. De hecho, para costear su construcción se recurrió a una campaña de recaudación de fondos. Para convencer a los inversionistas, se explicó que la intención era "fabricar una aeronave que sea más eficiente que la tecnología existente, que pueda volar durante más tiempo o transportar más carga, al tiempo que opere a un costo menor y con menos impacto medioambiental". El resultado fue exitoso, ya que se consiguieron 1,25 millones de libras esterlinas, máximo que permite la ley británica.
El Airlander 10, que fue presentado en un hangar británico de la Primera Guerra mundial, es el sucesor del Hindenburg, que se incendió en 1937, aunque su tamaño es considerable menor: el zepelín alemán alcanzaba los 245 metros de largo.