Gendarmes franceses han realizado un descubrimiento extraordinario en el pequeño pueblo de Lanrelas, en el norte de Bretaña (Francia). En el poblado, donde residen alrededor de 800 habitantes, los agentes hallaron unas 900 plantas de cannabis, que crecían en un área de alrededor de 100 metros cuadrados, informan medios locales.
El lugar donde se producía esta planta ocupaba varias construcciones y estaba dotada de un sistema sofisticado de calentamiento y de riego, así como de iluminación especial. Los productores también habían instalado un sistema de videovigilancia y de alarma.
Los investigadores locales describieron esta plantación como "profesional" y "muy elaborada", y señalaron que se trataba de "un significante lugar de producción de cannabis". El sitio había estado bajo vigilancia policial durante varias semanas y la incursión para retirar todas las plantas llevó tres días. Durante el operativo fue detenido un hombre de 59 años de edad.