El fusil de asalto AK-12, fabricado por el consorcio Kaláshnikov y el AEK-971, producto de la fábrica de Degtyaryova, pasaron con éxito las pruebas oficiales en el marco de la competencia para ser incluidos en el equipo de combate Rátnik (Guerrero), que usarán los soldados rusos 'del futuro'.
Así lo anunció el coronel Mijaíl Osyka, director de suministros de armas y equipos militares del Ministerio de Defensa. "Ambos fusiles pasaron las pruebas de Estado complejas y prolongadas y cumplieron con los requisitos técnicos del cliente, pero el Ministerio de Defensa analizará los resultados tanto en términos de sus índices de rendimiento como de precio", explicó el coronel, citado por RIA Novosti.
El Rátnik es parte de un proyecto para mejorar el rendimiento del soldado en el campo de batalla mediante el uso de los últimos avances científicos en sistemas de navegación, visión nocturna, control de estado psicológico y fisiológico, el uso de materiales avanzados en la fabricación de armaduras y tejidos.
El sistema incorpora un juego de avanzados medios de protección, comunicación y municiones. El desarrollo del equipo lo llevaron a cabo decenas de empresas del sector ruso de defensa.